EL ZEN DE CADA DÍA

Cuando te laves y asees

洗 淨 SENJŌ


Si no nos lavamos ni vamos limpios, tanto nuestra saludo como la respuesta por el saludo recibido y todas reverencias que nos hagamos los unos a los otros, estarán manchadas.
(Eihei Dōgen)

Cuando te laves las manos,
ruega firmemente por que todos los seres
puedan obtener unas pulcras manos
con las que recibir la Enseñanza del Buda.
(Avatamsaka Sutra)

Al limpiarte la boca y los dientes,
ruega por que todos los seres
obtengan unos dientes con las que vencer el mal,
mordiendo las pasiones que los envilecen.
(Avatamsaka Sutra)

Al aliviar tu cuerpo,
ruega firmemente por que todos los seres
puedan eliminar sus impurezas,
y así liberarse enteramente del deseo, la ira y la ignorancia.
Cuando después te laves,
ruega firmemente para que todos los seres
puedan regresar al Camino Sin Igual
y abandonar tras sí las cosas del mundo.
Al verter el agua de la limpieza,
ruega firmemente por que todos los seres
puedan acogerse a la Paciente Purificación
y, finalmente, queden libres de toda contaminación.
(Avatamsaka Sutra)

Después de haberte limpiado de todo el polvo y la suciedad,
unge tu cuerpo con aceite perfumado
y vístete con una túnica limpia y fresca.
Sé limpio, tanto por dentro como por fuera.
(Sutra del Loto)







La vida de cada día

家 常 KAJŌ 


El gran maestro Joshua Shinsai preguntó una vez a un monje recién llegado: "¿Alguna vez has estado aquí antes?".
El monje respondió: "Sí, he estado".
El Maestro le dijo: "Toma un poco de té antes de partir".
Le preguntó a otro monje: "Has estado aquí alguna otra vez antes?".
Este monje respondió: "No, nunca he estado antes aquí".
El Maestro le dijo: "Toma un poco de té antes de partir".
El prior del monasterio, le preguntó al maestro: "¿Por qué le has dicho al monje que había estado aquí antes,"toma un poco de té antes de partir", y también le has dicho al monje que no había estado antes "toma un poco de té antes de irte?".
El Maestro hizo un gesto al prior que se acercara y le dijo: "Toma un poco de té antes de partir".

Su "aquí" no es algo situado sobre su cabeza, ni se refiere a su nariz, ni tampoco a Jōshū. Porque él ya se había ido del "aquí", ya que había llegado al Aquí y Ahora aunque todavía no había llegado al Aquí. El correcto Aquí es "dónde está el que es", y no algo de lo que simplemente se pueda hablar en términos como "haber llegado antes" o "no haber llegado antes".

Es por eso que mi antiguo maestro decía: "¿Quién que se aloje tanto en una torre dorada como en una taberna puede ir a la búsqueda de Jōshū y beber su té?". Así es la vida cotidiana de los Budas y de los Patriarcas: simplemente, toman su té y comen su arroz.
 (Eihei Dōgen)







Enseñzas para la Cocina

示 庫 院 文 JI KUIN MON


Al tomar la sopa del almuerzo, deberíais pensar decir "nuestra venerada sopa" o "nuestra sopa de la mañana", y no sólo "la sopa". Al tomar la comida del mediodía, deberíais pensar en decir "nuestra venerada comida de mediodía" o "nuestra hora de comer", y no simplemente "la comida".

Deberíais pensar en decir, "Podrías preparar un poco de arroz blanco para mí?" Y no un seco "¿Me das un poco de arroz?". Al pedir arroz lavado, deberíais pensar en decir: "Por favor, puedes lavar un poco de arroz para mí?" y no malgastar vuestro tiempo diciendo: "Lava un poco de arroz". Deberíais pensar decir, por ejemplo, "La comida del mediodía -o la sopa de la mañana- la has preparado muy bien, como siempre".

Aseguraos también de tratar con el mismo respeto todos los utensilios utilizados para preparar tanto la comida del mediodía como la sopa de la mañana. Una falta de respeto invita a la desdicha, y nunca acompaña nada meritorio.

Mientras se prepara la comida o la sopa del almuerzo, nadie debe dejar que su aliento vaya sobre el arroz, las verduras o cualquier otro alimento. No dejéis que la manga de vuestro hábito roce la comida, ni en seco. Si vuestra mano ha tenido contacto con la cabeza o la cara, no manejéis ningún utensilio o alimento hasta que os hayáis lavado. Desde el momento en que se repasan las piedrecitas del arroz hasta su cocción para hacer la sopa, os lavaréis las manos inexcusablemente.

En el lugar donde se prepare la comida del mediodía y la sopa de la mañana, deberéis recitar oraciones y sutras o escritos de antiguos maestros. No os dejéis llevar por un parloteo mundano ni habléis en voz alta. Como principio, deberíais emplear maneras y palabras amables al hablar de cosas como el arroz, la comida, la sal y el tamari. No debéis malgastar vuestro tiempo diciendo: "Hay arroz", o "Hay verduras".

Tanto los monjes antiguos como los novicios cuando pasen por donde se esté cocinando la comida del mediodía o la sopa de la mañana, se tienen que inclinar respetuosamente con las manos en Gasshó.
(Eihei Dōgen)






Conducta a seguir en la Sala de la Nube*



重 雲 堂 式 JŪUNDŌ-SHIKI


En la Sala de la Nube, la Comunidad debe estar bien avenida, igual como la leche se mezcla con el agua, y unos y otros se deben animar en la práctica de la Vía.

Aunque estemos poco tiempo, como invitado o anfitrión, siempre seremos ancestros del Buda. Esto es así y, por tanto, no perdáis de vista la verdadera creencia de que todos y cada uno de vosotros habéis encontrado algo que es difícil de encontrar, y que practica algo que es difícil de practicar.

Este es el verdadero corazón de las Enseñanzas del Buda: os convertiréis, sin duda, en un Buda; os convertiréis en un Patriarca.

Habéis dejado vuestra casa y vuestro pueblo. Habéis solicitado ser como las nubes. Habéis pedido ser como el agua. Ayudándoos a vosotros mismos, ayudáis al Camino. Y, como consecuencia, el agradecimiento que debemos tener para la Comunidad supera incluso el que tenemos por los padres.

Padre y madre son vuestros íntimos sólo por un corto período en el paso del nacimiento a la muerte. La Comunidad estará a vuestro lado en todo momento en el Camino del Buda.

(Eihei Dōgen)

* La sala de práctica de meditación de los monjes. En japonés, la palabra nube i monje es la misma.






Instrucciones al Cocinero

典 座 教 訓 TENZO KYŌKUN


En general, el trabajo de cocinero es una búsqueda más de la Vía. Quien no tenga el espíritu de búsqueda de la Vía, no realizará más que un trabajo vanidoso y dificultoso, sin beneficio de inicio a fin.

Mientras preparáis las comidas, el tiempo no pasa en vano. Si su preparación es verdadera, vuestros gestos y actos se convertirán de forma natural en sabia acción de crecimiento interior. La forma de hacer sentir bien a la gran asamblea os es devuelto para transformaros a vosotros mismos.

Lo que se considera como la preparación de grandes delicadezas no es necesariamente algo superior, ni la preparación de un caldo con las verduras más simples es necesariamente inferior. Cuando se escoge y se sirve la hortaliza más vulgar, si se ha hecho con espíritu verdadero, sincero y puro, entonces ésta es comparable a las delicadezas más fastuosas. ¿Por qué es así? Porque cuando se entra en la Sangha de Buda, pura y extensa como un océano, las grandes delicadezas nunca son admiradas, ni existen el aroma o la hortaliza vulgar: sólo hay la inmensidad del mar, eso es todo. Igualmente, cuando reaviváis el brote de la Vía y nutrís el embrión sagrado, las grandes delicadezas y las hortalizas más vulgares son una misma cosa: no hay dualidad. Un antiguo dicho dice: "la boca de un monje es como un horno". No dudéis en intentar entenderlo. Debéis pensar que tanto las verduras finas como las ordinarias pueden sustentar el embrión sagrado y nutrir al brote de la Vía. No lo consideréis menor. No lo toméis a la ligera. Un Maestro de Hombres y de Dioses debe aprender a considerar los vegetales más vulgares como algo que se convierte en valioso.

Aunque uno fuera el sagrado Rey que mueve la Rueda del Mundo, si no preparáis las comidas como ofrendas a los Tres Tesoros [Buda, Dharma, Sangha], al final no sacaréis ningún beneficio. Sería como agua, que sólo hace espuma, burbujas y reflejos.

(Eihei Dōgen)






La vida de cada día

家 常 KAJŌ


Mi antiguo maestro, un Viejo Buda, una vez se dirigió a la Comunidad mientras se estaba en las estancias del abad del Templo de Zuigan de la Tierra Pura, en el Distrito de Taishū, diciendo: "Cuando tengo hambre, como arroz, y cuando estoy cansado, duermo. Fraguas y fuelles llenan el universo".

Su expresión "cuando tengo hambre" se refiere a la vida de cualquiera que de costumbre "come arroz". Quien aún no ha comido arroz es alguien incapaz de estar hambriento de éste. Por tanto, hay que saber diferenciar entre los que el tener hambre puede ser simplemente un acontecimiento de su vida cotidiana y entre los que han decidido comer arroz hasta saciarse.

"Cuando estoy cansado" se refiere a estar fatigado de cansancio, que habitualmente surge en su totalidad de una cabeza agotada. Sin embargo, es en el aquí y el ahora cuando la totalidad de nuestro ser es limpiado y es vuelto a poner en orden para en la vida cotidiana.

"Duermo" se refiere a abandonar el Yo "dormido", después de haber ido en pos del Ojo de Buda, el Ojo del Dharma, el Ojo del Sabio Discernimiento, el Ojo de los Patriarcas, y al Ojo de los que son columnas y linternas de piedra de un templo.

(Eihei Dōgen)






NOTA: Todos estos textos han sido extraídos del Shōbōgenzō (正法眼蔵) [El Tesoro del Verdadero Ojo de Buda] del maestro Eihei Dōgen (Japón, 1200-1253). Las ilustraciones son de Keisuke Matsumoto (Manual de limpieza de un monje budista, Duomo ediciones, Barcelona 2013)



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